Beneficios de la psicoterapia

proceso terapéutico

Los beneficios de la psicoterapia parecen muy obvios, pero aún así, acudir por primera vez a consulta psicológica puede suponer cierto rechazo o activar nuestros temores. Además, es frecuente caer en creencias erróneas que se tienen respecto a la psicoterapia y los psicólogos, que en la mayoría de las ocasiones son infundadas por el miedo o la ansiedad que supone tener que pasar por la consulta.

Lo que para algunos puede ser fantástico, que es hablar con una persona desconocida que no te va a juzgar, para otras, puede ser aterrador. Muchos llegan desde la premisa, en la que ellos mismos son los que deberían haber resulto sus problemas y acudir a un profesional lo interpretan como un signo de debilidad o ineficacia.

¿Qué es la psicoterapia?

La psicoterapia es una herramienta de la Psicología mediante la cual los psicólogos tratan los problemas con los que acude una persona a la consulta. El objetivo de este proceso es el cambio de aquellos pensamientos desadaptativos o distorsionados por otros más acordes a la realidad y, por tanto, más adaptativos. Esto hará que, a su vez, las emociones y las conductas vayan cambiando poco a poco debido a que cognición, emoción y conducta están estrechamente relacionadas entre sí.

Del mismo modo, se trata de una herramienta muy potente y valiosa de autoconocimiento. Pues la terapia no solo se basa en la resolución de problemas o dificultades, si no en la adquisición de un mayor conocimientos sobre nuestra forma de ser y de relacionarnos con los demás y con el mundo que nos rodea. En definitiva, es una herramienta tan potente como uno quiere que lo sea.

¿Cómo funciona la terapia individual?

Dentro del proceso terapéutico encontramos distintas fases, son las siguientes:

1º Fase: Evaluación o entrevista clínica

En ella los psicólogos evalúan el motivo o motivos de consulta que trae el paciente. Esta fase suele constar de la sesión de contacto, así como de otras dos o tres sesiones (siendo relativo en función de la persona). Una vez llevadas a cabo éstas, se realiza una devolución al paciente en donde se explica la posible personalidad que tiene, los aspectos disfuncionales que se han ido captando, su origen y formación, así como se establecen unos objetivos terapéuticos a trabajar.

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2º Fase: Terapia

En ella se entrará de lleno en los objetivos planteados en la fase anterior. Ejemplos de metas que se suelen poner para trabajar son: superación de diversos miedos y obsesividades, mejorar la identidad individual desde criterios sanos, la mejora de autoestima así como de todos los puntos que la componen, reelaboración de relaciones personales tales como familia, pareja, amigos, etc.

Las herramientas que se utilizan para ir cumpliendo los objetivos propuestos van desde una buena base psicoeducativa en la problemática existente hasta técnicas específicas que poco a poco vayan reestructurando aquellas cogniciones disfuncionales. Todo ello, acompañado de un trabajo que la persona hará voluntariamente fuera de sesión, es decir, implementando lo que vaya aprendiendo en la terapia, así como lectura de libros o textos recomendados, etc. Con esto último recalcar que la terapia es un proceso continuo que necesita de tiempo fuera y dentro de sesión para alcanzar los cambios deseados.

3º Fase: Seguimiento

En ella se entra una vez se va viendo que la persona va cumpliendo los objetivos propuestos y que va gozando de un mayor equilibrio psicológico-emocional. Los psicólogos son quienes deciden entrar en esta fase, aunque siempre teniendo en cuenta la opinión del paciente. Aquí se espacian las sesiones y se van chequeando qué tal van aquellas áreas de vida que más problemas le causaban anteriormente. Si volviese a haber una recaída importante en aquello que afligía al paciente, se volverá de nuevo a la fase dos.

4º Fase: Finalización

En la última etapa, terapeuta y paciente van poco a poco poniendo fin al vínculo, el cual les ha unido durante el tiempo de terapia y, con ello, se concluye el proceso.

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Creencias erróneas sobre la terapia

Los que van al psicólogo están locos

No sólo las personas con enfermedades mentales graves acuden al psicólogo. En la mayoría de las ocasiones, son personas estables que necesitan ayuda para superar los problemas cotidianos como un duelo, problemas en habilidades sociales o comunicación, problemas de autoestima, etc.

La terapia dura mucho

Aunque cada proceso terapéutico es individual y personalizado, el número de sesiones varía dependiendo del motivo de consulta. Además, será el paciente y no el terapeuta el que determine la duración del tratamiento.

La terapia me va a cambiar

En todo el proceso terapéutico, es únicamente el paciente el que toma las decisiones. El papel del psicólogo es el de aconsejar o guiar, pero siempre es el propio paciente el que decide el rumbo de sus acciones y los cambios que desea asumir.

El psicólogo es un amigo “pagado”

Nuestros amigos siempre quieren lo mejor para nosotros pero no son neutrales ni han recibido formación necesarias para el entendimiento del complejo entramado de la mente humana. Por ello, un psicólogo te puede ofrecer objetividad y confidencialidad para que puedas exponer cualquier tipo de situación y abrirte sin miedo.

Para qué ir a terapia si puedo tomar medicamentos

Hay situaciones en las que es necesaria la medicación o se puede combinar la con la terapia. Pero muchas veces, hay situaciones en las que (de forma controlada por un médico) podemos prescindir o no depender de la medicación para toda la vida. Como por ejemplo en casos de ansiedad o depresión.

Beneficios de la terapia psicoterapia

Hemos hablado de las falsas creencias sobre el proceso terapéutico, pero ahora nos centraremos en los aspectos positivos del proceso terapéutico. Un psicólogo es un profesional de la salud mental que te ayudará a mejorar tu calidad de vida emocional, social, familiar y personal.

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Acudir al psicólogo nos ayuda a ser más fuertes emocionalmente y nos aporta las herramientas necesarias para superar los problemas que pueden surgir a lo largo de nuestra vida. Por tanto, enumeraremos los beneficios de acudir a terapia:

1. Te ayudará a sentirte mejor

Expresar nuestras emociones nos ayuda a liberar la carga emocional que sentimos, y por tanto, se produce un alivio o catarsis.

2. Te enseña herramientas para manejarte mejor

La vida está llena de situaciones que nos ponen a prueba. En terapia, aprenderás herramientas que te ayudarán a manejarte con más facilidad ante las situaciones adversas.

3. Confidencialidad de las sesiones

La terapia es un espacio de confianza y libertad donde puedes hablar sobre tus sentimientos, emociones y preocupaciones. El código ético y deontológico del Colegio Oficial de Psicólogos, garantiza el secreto y la confidencialidad de todo lo ocurrido en la consulta.

4. Te enseña a romper con las creencias limitantes

Nuestras creencias y valores son la forma en la que vemos la vida. Cuando éstas son disfuncionales o nos generan malestar, podemos reemplazarlas por unas más adaptativas a través de la terapia psicológica.

5. Te ayuda a vivir en armonía contigo mismo y con los demás

La terapia nos ayuda a conocernos mejor a nosotros mismos, a descubrirnos. De igual forma, podremos entender mejor a los demás y así poder relacionarnos de una forma más óptima.

Conclusión

En resumen, podemos decir que existen diferentes opiniones sobre el proceso terapéutico, pero son muchas las evidencias que confirman el poder positivo que ejerce la terapia en nuestras vidas. Nos ayuda a hacer frente a los problemas, dificultades o bloqueos que puedan surgir a lo largo de nuestra vida, pero sobre todo refuerzan nuestro ego y nos guían hacia el autoconocimiento para así poder disfrutar de la vida de forma más plena y saludable.

Diana Synelnyk

Psicóloga General Sanitaria

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