La ansiedad es una emoción que estaría dentro de las calificadas como emociones negativas. Forma parte de la existencia humana y, en general, todas las personas la sienten en un grado moderado debido a que, como todas las emociones, tiene una respuesta adaptativa.
Explicándola más en detalle, se podría decir que es un estado de agitación, inquietud o zozobra del ánimo y supone una de las sensaciones más frecuentes del ser humano, siendo ésta una emoción complicada y no placentera que se manifiesta mediante una tensión emocional acompañada de un correlato somático. Normalmente, el término ansiedad alude a la combinación de distintas manifestaciones físicas y mentales que no son atribuibles a peligros reales, sino que se manifiestan ya sea en forma de crisis momentánea o bien como un estado persistente y difuso, pudiendo alcanzar su pico más alto en el denominado ataque de pánico.
Cabe mencionar que la ansiedad se destaca por su cercanía al miedo, si bien se diferencia de éste en que, mientras el miedo es una perturbación cuya presencia se manifiesta ante estímulos presentes, la ansiedad se relaciona con la anticipación de peligros futuros, indefinibles e imprevisibles. Aún con esa mínima diferencia, ambas emociones tienen manifestaciones muy parecidas y, por lo tanto, en muchas ocasiones se utiliza el término indistintamente.
Asimismo, también habría que citar al estrés y su cercanía con la ansiedad, pero no por ello igualdad. El estrés se entiende como el proceso de activación fisiológica derivado de una demanda externa y la percepción de nuestros propios recursos para afrontarla. Si percibimos que la demanda es superior a nuestros recursos para hacerle frente, surge el estrés. Las diferencias principales con la ansiedad serían de origen (la ansiedad aparece por factores internos y el estrés por externos), las emociones predominantes (en la ansiedad predomina el miedo y en el estrés nerviosismo, frustración, irritabilidad y tristeza), el momento temporal percibido (en la ansiedad es exceso de futuro mientras en el estrés el presente es infinito) y la duración (la ansiedad puede aparecer y quedarse sin un final aparente mientras que el estrés suele desaparecer cuando desaparece el estresor).
Resumiendo, la ansiedad alude a un estado de agitación e inquietud desagradable caracterizado por la anticipación del peligro, el predominio de síntomas psíquicos y la sensación de catástrofe o de peligro inminente, es decir, la combinación entre síntomas cognitivos y fisiológicos, manifestando una reacción de sobresalto, donde el individuo trata de buscar una solución al peligro, por lo que el fenómeno es percibido con total claridad.