El TEPT es uno de los trastornos de ansiedad que muestran mayores índices de prevalencia. No obstante, solo alrededor de un 25% de las personas que sufren un trauma acabarán desarrollando un TEPT.
Es un trastorno que se caracteriza por la exposición del sujeto a un evento extremo que ha generado una respuesta de miedo y horror intensos. Tras haber finalizado el evento traumático el paciente desarrolla un complejo comportamental caracterizado por reexperimentaciones traumáticas, miedo, ansiedad, temores irracionales sobre la posibilidad de volver a estar expuesto al evento traumático y conductas de evitación.
El desarrollo del TEPT implica un nivel de interferencia muy elevado en la vida del paciente. Afecta a las relaciones sociales dado que el paciente por un lado evita exponerse a situaciones en que pueda reexperimentar el trauma y, por otro lado, debido a que tras el evento traumático el sujeto experimenta una alteración emocional que le genera desinterés por interactuar con otros individuos.