Inicio » Terapia duelo Bilbao
Terapia duelo bilbao
Terapia de duelo en Bilbao
Cualquier tipo de cambio implica una pérdida, del mismo modo que cualquier pérdida es imposible sin un cambio. Con la terapia de duelo te ayudaremos a aceptar el dolor el el propio duelo supone.
Primera consulta gratuita
En qué consiste la terapia de duelo
Se estima que el periodo del duelo oscila entre 6 meses y los 2 o 3 años para una readaptación total. Los picos de duelo se suelen dar durante los dos primeros años en los que el doliente suele pasar por altibajos emocionales, especialmente el primer año.
En esta etapa es muy importante el apoyo de los amigos, la familia o de un terapeuta para una correcta elaboración del proceso de duelo.
Si quieres una cita no dudes en contactar con nosotros
Fases del duelo
1ª Fase: Negación y aislamiento
La persona no acepta la situación entrando en un estado de negación. “Esto no me está sucediendo a mí”.
2ª Fase: Cólera, ira y protesta
Niega la realidad; pero sabe que no puede continuar así y entonces aparecen sentimientos de rabia e impotencia. “¿Por qué a mí”?.
3ª Fase: Pacto y negociación
Es el primer esfuerzo por aceptar la realidad. “Haré un cambio, si esto no me sucede”.
4ª Fase: Depresión
Desaparece el enfado y da paso a la tristeza y el dolor. “Ya nada me importa”.
5ª Fase: Aceptación
Es una fase desprovista de sentimientos, la lucha ha terminado. “Esto tiene que ser así, lo acepto”.
La elaboración del duelo implica la reconstrucción del significado de la pérdida y de los esquemas previamente establecidos de forma que la persona pueda volver a percibirse a sí mismo y al entorno de una forma adaptativa, incorporando la pérdida entre sus nuevas asunciones.
Preguntas frecuentes sobre la terapia de duelo en Bilbao
Cuando hablamos de duelo lo primero que nos viene a la mente, por lo general, suele ser la muerte de un ser querido, aunque esto no tiene porqué ser necesariamente así. Cualquier tipo de cambio implica una pérdida, del mismo modo que cualquier pérdida es imposible sin un cambio. Por lo que la pérdida es omnipresente en la vida del ser humano a lo largo de todo su desarrollo vital.
Perdemos algo con cada paso que damos, y para ello, elaboramos duelos cuando el cambio es “negativo”. Pero no todos los duelos son negativos, ya que muchos nos reportan felicidad y aún así llevan implícitas pérdidas: pérdidas de roles, amistades, parejas, cambios de cuidad o país, y la consecuencia de todo ello es la elaboración de un duelo.
De todos los tipos de pérdidas que puede sufrir una persona a lo largo de su vida, la muerte es la más importante y devastadora, puesto que implica una reorganización de roles y relaciones, al mismo tiempo que un replanteamiento de nuestra vida y de nuestra propia muerte.
Las manifestaciones que van asociadas al proceso del duelo pueden variar de una persona a otra, pero por lo general los síntomas que suelen predominar en esta etapa serían los siguientes:
A nivel emocional, los dolientes pueden presentar:
- Tristeza
- Ira
- Culpa
- Ansiedad
- Auto-reproches
- Soledad
- Desesperanza
- Confusión
Reacciones físicas, estas son las habituales:
- Opresión gástrica, torácica y de garganta
- Taquicardia
- Falta de energía y aire
- Bajo tono muscular y debilidad
- Boca seca
- Sudores
- Problemas digestivos
- Insomnio
- Dificultad para concentrarse
- Pseudoalucinaciones visuales y auditivas
- Pensamientos intrusivos y obsesivos respecto al fallecido
A nivel conductual, nos encontramos:
- Trastornos del sueño
- Trastornos de la alimentación
- Inhibición social
- Búsqueda del fallecido (sueños, llamándolo en voz alta, hablando con él o evitando lo asociado con él)
- Hablar con el fallecido
- Suspiros
- Frecuentes visitas al cementerio o lugar donde esté el fallecido
- Llevar consigo objetos de vinculación
La psiquiatra suizo-americana Elisabeth Kübler-Ross es probablemente la autora más conocida internacionalmente por sus estudios sobre la muerte. La autora, elaboró un modelo de duelo que consta de cinco fases consecutivas que las personas necesitan para la aceptación del duelo de la propia muerte, lo cual no deja de ser un duelo anticipatorio:
- 1º Fase Negación y aislamiento: la persona no acepta la situación entrando en un estado de negación. (“Esto no me está sucediendo a mí”).
- 2º Fase Cólera, ira y protesta: niega la realidad; pero sabe que no puede continuar así y entonces aparecen sentimientos de rabia e impotencia. (“¿Por qué a mí”?).
- 3º Fase Negociación y pacto: es el primer esfuerzo por aceptar la realidad. (“Haré un cambio, si esto no me sucede”).
- 4º Fase Depresión: desaparece el enfado y da paso a la tristeza y el dolor. (“Ya nada me importa”).
- 5º Fase Aceptación: es una fase desprovista de sentimientos, la lucha ha terminado. (“Esto tiene que ser así, lo acepto”).
El duelo termina cuando el doliente es capaz de pensar en el fallecido sin dolor. La duración dependerá de factores como la personalidad, las estrategias que tenga de afrontamiento, sus factores ambientales o los apoyos sociales que disponga.
Se estima que el periodo oscila entre 6 meses y los 2 o 3 años para una readaptación total. Los picos de duelo se suelen dar durante los dos primeros años en los que el doliente suele pasar por altibajos emocionales, especialmente el primer año. Puesto que es el primer año de las primeras veces “el primer verano sin…”, “el primer fin de año sin…”, hasta el primer aniversario de la muerte.
En esta etapa es muy importante el apoyo de los amigos, la familia o de un terapeuta para una correcta elaboración del proceso de duelo. En caso de que haya pasado el tiempo estimado y la persona no se haya recuperado de la pérdida, es aconsejable pedir ayuda a un psicólogo.
La elaboración del duelo implica la reconstrucción del significado de la pérdida y de los esquemas previamente establecidos de forma que la persona pueda volver a percibirse a sí mismo y al entorno de una forma adaptativa, incorporando la pérdida entre sus nuevas asunciones. Para ello, debe trabajarse con los pensamientos como responsables de las respuestas emocionales y conductuales del doliente.
Por consiguiente, en esta etapa será necesaria la readaptación al medio donde el fallecido o la pérdida ya no está. Esto implica realizar nuevas actividades y reajustar el núcleo familiar y social. Así como, desarrollar estrategias para manejar los estresores, asumir los cambios de identidad, aprender nuevos roles y construir nuevos esquemas.
Como conclusión, la mayoría de los duelos que elaboramos en nuestra vida suelen ser difíciles, pero podemos mirarlos como parte de una transición, y es que nuestra vida esta llena de transiciones y cambios a los que nos tenemos que enfrentar todos los días.
Por ello, desde nuestro equipo de psicólogos podemos optimizar tus estrategias de afrontamiento y ayudarte a tener más herramientas en el día de mañana para hacer frente a las dificultades que nos pueden sobrecoger. Ponte en contacto con nosotros o visítanos en nuestro centro de psicología en Bilbao.
Artículos sobre terapia de duelo

Duelo, ¿cómo puedo afrontarlo?

Superar la muerte de un hijo: buscando sentido

Aborto: consecuencias psicológicas

Cómo superar una ruptura de pareja
Terapia de duelo en Bilbao
Contacta ahora sin compromiso