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Tratamiento de adicciones en Bilbao

En PsyBilbo estamos especializados en el tratamiento de adicciones en Bilbao. Si sufres o padeces algún tipo de adicción, no dudes en contactarnos.

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    Responsable: Diana Synelnyk Synelnyk. Finalidad: para la correcta gestión y asesoramiento de los clientes. Legitimación: consentimiento del interesado. Destinatarios: solo se recogerán los datos estrictamente necesarios para la prestación de los servicios psicológicos por parte del profesional y éstos no se comunicarán a terceros, salvo en los supuestos legalmente establecidos. Derechos: acceso, rectificación y cancelación de los datos.

    Más allá del alcohol o las sustancias químicas

    Entendemos que existe una adicción siempre y cuando se de una conducta caracterizada por una dependencia a algún tipo de sustancia, fenómeno o situación en modos excesivos y perjudiciales, tanto para la salud física como psicológica del sujeto.

    Pero sabemos que no es indispensable el consumo de sustancia para que se de una adicción o dependencia. Por tanto, unas de las características más evidentes de las adicciones, son la pérdida del control y la dependencia.

    Las adicciones no podemos limitarlas a las generadas por sustancias químicas, dado que hay conductas, aparentemente inofensivas, como tener relaciones sexuales, comprar, utilizar Internet, jugar en un bingo, etc., que en ciertos tipos de personas llegan a convertirse en unos hábitos que les produce una pérdida de libertad, generándose una adicción.

    El proceso adictivo y los factores de riesgo son muy similares en todas estas adiciones. Por ello, los programas y técnicas de tratamiento son similares en todos los casos.

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    Características de las adicciones

    Adicciones más frecuentes

    Tratamiento adicción a las compras en Bilbao

    Adicción a comprar

    La adicción a las compras se caracteriza por un impulso incontrolable de adquirir cosas nuevas, que en la mayoría de las ocasiones resultan innecesarias o inútiles. Esto genera consumos no planificados y que exceden las posibilidades económicas de la persona, lo que conlleva grandes endeudamientos.

    Los adictos a las compras sienten una gran estimulación por el mero hecho de comprar,
    utilizar la tarjeta de crédito, recibir atención de los dependientes, sintiendo excitación al llevar las bolsas con las compras en la mano. 

    Aunque la persona hace intentos de resistir los impulsos, estos suelen fallar de forma habitual. Las principales consecuencias de la adicción a la compra son:

    Adicción al sexo

    Cuando las relaciones sexuales generan una obsesión y se llevan a cabo, no tanto por la satisfacción que genera, sino para aliviar malestares emocionales (ansiedad, frustración, etc.) y, además, van acompañadas de un intenso sentimiento de culpa, podemos encontrarnos con una adicción al sexo.

    La adicción al sexo consiste en un exceso desbordante de deseos y conductas sexuales que el sujeto se siente incapaz de controlar. Este impulso incontrolado se traduce en una conducta sexual breve y normalmente poco satisfactoria. La adicción al sexo puede manifestarse en distintos formatos:

    Puede ir unido al consumo de ciertas drogas, ya que favorecen la desinhibición. Afecta más a los hombres y esta falta de control desemboca en conductas sexuales breves y poco satisfactorias por lo que las relaciones sexuales se reducen a la urgencia biológica de eyacular, sin dejar espacio a la ternura. La principal diferencia con la promiscuidad es que se trata de conductas no deseadas y que por ello generan unas consecuencias negativas para la persona entre las que podemos destacar:

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    tratamiento adicción al trabajo en Bilbao

    Adicción al trabajo

    Hay factores meramente sociales que refuerzan la adicción al trabajo como un valor importante de la persona: “es muy trabajador”, “solo va de su casa al trabajo y del trabajo a casa”, etc. La crisis económica también ha reforzado que el hecho de mantener el trabajo se haya convertido en una obsesión, por lo que favorece este tipo de cuadro.

    Los adictos al trabajo o “workaholics” tienen una ideas sobrevaloradas respecto al poder y el dinero. Es frecuente que se de en personas con baja autoestima, las cuales asocian su valor personal con su éxito profesional, lo cual genera una disminución de otras actividades placenteras como la vida familiar, el ocio, etc., convirtiéndose la actividad laboral en el “motor” de su vida.

    Adicción a la comida o sobreingesta compulsiva

    La adicción a la comida o sobreingesta compulsiva se caracteriza por la presencia regular de atracones sin control por parte de la persona. Se inician de forma súbita y van precedidos de una sensación de hambre voraz produciéndose una rápida ingestión de alimentos y con un alto contenido calórico.

    El patrón habitual de ingestión de alimentos se produce:

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    Tratamiento de adicción al ejercicio en Bilbao

    Adicción al ejercicio físico

    Nuevamente, factores sociales, en este caso, en relación al culto al cuerpo, influyen en el desarrollo de la adicción al ejercicio físico (vigorexia).

    Las principales características de este cuadro son:

    Este tipo de adicción es más frecuente en varones. Algunos de los riesgos que supone la inadecuada alimentación y los complementos que consumen son: posibles alteraciones hepáticas, cardíacas, problemas de erección, bruscos cambios de humor, etc.

    Adicciones tecnológicas

    La irrupción con fuerza de las nuevas tecnologías ha producido grandes avances, ya que podemos estar en contacto con un gran número de personas a través de redes sociales, y en muchas ocasiones, facilitan nuestra vida.

    Cuando se habla de posibles adicciones tecnológicas vemos, de forma continua, en los medios de comunicación, diferentes cuadros: adicción a internet, a redes sociales, al móvil, a internet, al uso de aplicaciones de mensajería para enviar y recibir mensajes, etc.

    Las principales que podemos encontrar son:

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    tratamiento de adicción al alcohol

    Adicción al alcohol

    Existen diferentes formas de consumo de alcohol que pueden suponer un riesgo o pueden llegar a producir un daño importante para la persona.

    Entre éstas se incluyen, además del consumo semanal o diario elevado, las intoxicaciones etílicas agudas, el binge drinking (atracones – consumo rápido y excesivo de alcohol) o todos aquellos comportamientos que pueden llevar a la dependencia o a otros problemas asociados.

    El consumo de riesgo sería un patrón de consumo de alcohol que aumentaría la probabilidad de sufrir las consecuencias negativas para el bebedor o para su entorno.

    Consecuencias consumo alcohol

    El consumo abusivo de alcohol genera una serie de consecuencias que afectan a los ámbitos psíquico y físico.

    Consumo de alcohol en adolescentes

    La adolescencia es un periodo especialmente de riesgo para el inicio de consumo de alcohol. Algunas circunstancias y características que favorecen el consumo son:

    Adicción al Cannabis

    La marihuana es una de las drogas ilegales más consumidas entre los adolescentes y con la que se suele comenzar a experimentar. Se estima que más del 40% de los jóvenes entre 14 y 18 años han consumido marihuana al menos una vez en su vida.

    La curiosidad es la que en la mayoría de las ocasiones impulsa a los adolescentes a probar el cannabis. En otras ocasiones, es la presión social de sus amigos o el deseo de sentirse parte del grupo, pero la consecuencia en muchas ocasiones deriva en una dependencia en la etapa adulta.

    El consumo continuado de cannabis favorece la aparición del denominado síndrome amotivacional, que se caracteriza por un pobre comportamiento psicosocial, apatía, baja capacidad de concentración y déficits de memoria.

    Otro de sus riesgos es que en consumidores con predisposición puede favorecer la presencia de la aparición de cuadros psicóticos con síntomas como alucinaciones, delirios, desorientación, etc. Además, existen trastornos importantes por su relación con el consumo derivados del cannabis como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia.

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    En qué consiste el tratamiento para la adicción en Bilbao

    Una de las características presentes en todos los trastornos adictivos es la negación a la dependencia. La conducta adictiva se mantiene gracias a que el beneficio obtenido es mayor que el coste sufrido. Por tanto, la persona debe reconocer que el problema es real y que los inconvenientes de seguir como hasta ahora son mayores que los ventajas de hacerlo.

    El objetivo final, es el aprendizaje y trasformación de la conducta “problema” a una conducta “controlada”. Una vez que hemos analizado cuáles son las características de una adicción, ahora hablaremos sobre las cosas que podemos hacer para no tener que llegar a este punto.

    Preguntas frecuentes sobre el tratamiento de las adicciones en Bilbao

    El mejor tratamiento psicológico para las adicciones depende de varios factores, incluyendo el tipo de adicción, las necesidades individuales del paciente y su situación particular. Sin embargo, uno de los enfoques más efectivos y ampliamente utilizados es la terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC se ha demostrado eficaz en el tratamiento de una variedad de adicciones, incluyendo la adicción a sustancias como el alcohol y las drogas, así como las adicciones comportamentales como el juego patológico o la adicción a internet.

    La TCC para las adicciones generalmente se enfoca en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que contribuyen a la adicción. Algunas de las técnicas comunes utilizadas en la TCC para las adicciones incluyen:

    1. Entrenamiento en habilidades de afrontamiento: Ayuda al paciente a desarrollar estrategias efectivas para hacer frente a los desencadenantes de la adicción y para resistir el impulso de consumir la sustancia o participar en el comportamiento adictivo.

    2. Prevención de recaídas: Enseña al paciente a reconocer las señales de alerta de una recaída y a desarrollar un plan de acción para evitar recaer en el comportamiento adictivo.

    3. Identificación y cambio de pensamientos distorsionados: Ayuda al paciente a identificar y desafiar los pensamientos irracionales o distorsionados relacionados con la adicción, como las racionalizaciones o las justificaciones para el consumo de sustancias.

    4. Desarrollo de habilidades de afrontamiento alternativas: Enseña al paciente habilidades de afrontamiento alternativas y saludables para manejar el estrés, la ansiedad y otros factores desencadenantes sin recurrir al consumo de sustancias o al comportamiento adictivo.

    Además de la TCC, otros enfoques terapéuticos que pueden ser útiles en el tratamiento de las adicciones incluyen la terapia de aceptación y compromiso (ACT), la terapia motivacional y la terapia familiar. Es importante que el tratamiento sea individualizado y adaptado a las necesidades específicas del paciente, y que se realice bajo la supervisión de un profesional de la salud mental con experiencia en el tratamiento de las adicciones. En algunos casos, puede ser beneficioso combinar la terapia psicológica con otros enfoques de tratamiento, como la medicación o el apoyo de grupos de autoayuda.

    Ayudar a un ser querido que está luchando contra la adicción puede ser desafiante, pero hay varias formas en que puedes brindarle apoyo desde su entorno. Aquí hay algunas sugerencias:

    1. Comunicación empática: Mantén una comunicación abierta y empática con la persona afectada. Exprésale tu preocupación de manera respetuosa y sin juzgar, y escucha sus preocupaciones y sentimientos con atención.

    2. Ofrecer apoyo emocional: Hazle saber a la persona que estás ahí para apoyarla en su proceso de recuperación. Ofrece tu apoyo emocional y moral, haciéndole saber que no está solo y que estás dispuesto a ayudarle en lo que necesite.

    3. Educarse sobre la adicción: Aprende sobre la adicción y sus efectos para comprender mejor lo que está experimentando tu ser querido. Esto te ayudará a ofrecer un apoyo más informado y compasivo.

    4. Establecer límites saludables: Es importante establecer límites saludables para proteger tu propio bienestar emocional y evitar la codependencia. Esto puede incluir establecer límites sobre qué comportamientos estás dispuesto a tolerar y cuáles no, y buscar apoyo adicional si es necesario.

    5. Ofrecer ayuda práctica: Ayuda a la persona a encontrar recursos y servicios de tratamiento, como terapeutas, grupos de apoyo, programas de tratamiento residencial o centros de rehabilitación. Ofrece acompañamiento a las citas y apoyo logístico si es necesario.

    6. Fomentar un entorno de apoyo: Fomenta un entorno de apoyo y comprensión entre familiares y amigos cercanos. Esto puede incluir participar en terapia familiar o en grupos de apoyo para familiares de personas con adicción.

    7. Modelar comportamientos saludables: Modela comportamientos saludables y hábitos de vida equilibrados, como el autocuidado, la comunicación efectiva y la resolución de problemas, para inspirar a tu ser querido a seguir tu ejemplo.

    8. Celebrar los logros: Reconoce y celebra los logros y avances en el proceso de recuperación de tu ser querido, por pequeños que sean. Esto puede ayudar a reforzar su motivación y autoestima.

    Recuerda que ayudar a alguien con adicción puede ser un proceso largo y desafiante, y es importante cuidar también tu propio bienestar emocional en el proceso. No dudes en buscar apoyo adicional para ti mismo si lo necesitas, ya sea a través de terapia individual, grupos de apoyo para familiares o amigos cercanos.

    La adicción es un proceso complejo que generalmente se desarrolla a lo largo del tiempo y puede pasar por varias etapas. Aunque las etapas exactas pueden variar según la persona y el tipo de adicción, a menudo se describen las siguientes etapas generales:

    1. Inicio o experimentación: En esta etapa, una persona prueba por primera vez una sustancia o se involucra en un comportamiento adictivo. Puede ser por curiosidad, presión de grupo o para buscar placer o alivio temporal de problemas emocionales o situaciones estresantes.

    2. Uso ocasional: En esta etapa, el uso de la sustancia o la participación en el comportamiento adictivo se vuelve más frecuente, pero aún no domina la vida de la persona. Puede seguir siendo una actividad esporádica y no causar problemas significativos.

    3. Uso regular: En esta etapa, el uso de la sustancia o el comportamiento adictivo se vuelve más frecuente y regular. La persona puede empezar a notar cambios en su comportamiento y en su vida, como dificultades para cumplir con responsabilidades laborales o familiares, problemas financieros o conflictos interpersonales.

    4. Abuso o dependencia: En esta etapa, el uso de la sustancia o el comportamiento adictivo se vuelve problemático y la persona experimenta síntomas de abuso o dependencia. Esto puede incluir la incapacidad para controlar el consumo, la necesidad de consumir más para lograr el mismo efecto (tolerancia), síntomas de abstinencia cuando no se consume la sustancia, y la dedicación de una cantidad significativa de tiempo y energía en obtener y consumir la sustancia o participar en el comportamiento adictivo.

    5. Adicción o trastorno por uso de sustancias: En esta etapa, la adicción está plenamente desarrollada y la sustancia o el comportamiento adictivo controlan la vida de la persona. La adicción puede tener graves consecuencias físicas, mentales, sociales y emocionales, y la persona puede tener dificultades para dejar de consumir la sustancia o participar en el comportamiento adictivo a pesar de los problemas que causa.

    Es importante tener en cuenta que no todas las personas experimentan todas estas etapas, y el proceso de adicción puede variar en velocidad y gravedad según el individuo y la situación. Además, las adicciones pueden ser tratadas en cualquier etapa, y la intervención temprana puede ayudar a prevenir la progresión a etapas más graves.

    El tratamiento psicológico es una parte crucial en el abordaje de la adicción, pero en muchos casos no es suficiente por sí solo. La adicción es una enfermedad multifacética que afecta no solo la salud mental, sino también la física y la social. Por lo tanto, un enfoque integral que aborde todos estos aspectos es generalmente más efectivo.

    El tratamiento psicológico, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) o la terapia de grupo, puede ser muy beneficioso para ayudar a las personas a entender las causas subyacentes de su adicción, desarrollar estrategias de afrontamiento saludables y aprender a manejar los desencadenantes y las recaídas.

    Sin embargo, en muchos casos, también es necesario combinar el tratamiento psicológico con otras intervenciones, como la medicación en casos de adicciones a sustancias, la atención médica para tratar problemas de salud física relacionados con la adicción, y el apoyo social para proporcionar una red de apoyo sólida durante el proceso de recuperación.

    Además, es importante abordar los factores ambientales y sociales que pueden contribuir a la adicción, como el acceso a la sustancia o al comportamiento adictivo, el estrés laboral o familiar, y los problemas interpersonales. Esto puede implicar cambios en el entorno del individuo y la participación en programas de apoyo comunitario o en grupos de autoayuda.

    En resumen, si bien el tratamiento psicológico desempeña un papel fundamental en el abordaje de la adicción, es importante considerar también otros aspectos de la salud y el bienestar del individuo para garantizar un tratamiento completo y efectivo.

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