El ejercicio físico no solo es beneficioso para mantenernos en forma, sino que también desempeña un papel crucial en nuestra salud mental. Si alguna vez te has sentido mejor después de una caminata, una clase de yoga o una sesión de gimnasio, no es casualidad. Nuestro cerebro responde al movimiento de formas increíbles. Veamos qué es lo que ocurre tras el ejercicio.
¿Qué sucede en el cerebro cuando hacemos ejercicio?
Al movernos, nuestro cuerpo libera una serie de sustancias químicas que impactan directamente en nuestro bienestar mental, como:
- Endorfinas: Conocidas como «las moléculas de la felicidad», estas sustancias producen una sensación de placer y alivian el dolor.
- Dopamina: Este neurotransmisor mejora nuestra motivación y nos hace sentir recompensados.
- Serotonina: Fundamental para regular el estado de ánimo, el sueño y el apetito.
Además, el ejercicio promueve la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas neuronas en el hipocampo, una región clave para la memoria y el aprendizaje.
Cuatro claves que te sorprenderán sobre el impacto del ejercicio en el cerebro
Todos conocemos las ventajas a nivel físico que puede aportar el ejercicio pero, ¿sabías que también es un gran aliado para el cerebro?
- Mejora la plasticidad cerebral: La actividad física estimula la producción de una proteína llamada BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), que fortalece las conexiones neuronales y ayuda a nuestro cerebro a adaptarse mejor al cambio.
- Reduce el estrés: Cuando nos movemos, disminuye la producción de cortisol, la hormona del estrés y aumentan las endorfinas, creando un equilibrio que nos hace sentir más relajados.
- Previene el deterioro cognitivo: Estudios demuestran que las personas activas físicamente tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
- Potencia la creatividad: Un paseo de solo 20 minutos puede incrementar significativamente nuestra capacidad para generar ideas nuevas y resolver problemas.
Beneficios psicológicos del ejercicio
El impacto del ejercicio en la salud mental va más allá de lo químico. A nivel psicológico, practicar actividad física regularmente puede:
- Reducir los síntomas de ansiedad y depresión.
- Aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo.
- Mejorar la calidad del sueño.
- Fomentar un sentido de logro y disciplina.
- Ofrecer una oportunidad para socializar y combatir el aislamiento.
¿Qué tipo de ejercicio es mejor?
No existe una fórmula mágica, lo más importante es encontrar una actividad que disfrutes y que se ajuste a tu estilo de vida. Aquí hay algunas opciones:
- Ejercicios aeróbicos: correr, nadar o bailar, son ideales para liberar endorfinas y mejorar la salud cardiovascular.
- Entrenamiento de fuerza: ayuda a construir confianza y a manejar mejor el estrés.
- Yoga y pilates: combinan movimiento con técnicas de respiración y relajación, ideales para reducir la ansiedad.
- Caminatas: incluso un paseo tranquilo puede hacer maravillas para tu mente.
Cómo empezar y mantener el hábito
Lo que más cuesta con el ejercicio siempre es el empezar, aunque luego entrarás en rutina y cada día será más fácil iniciar la actividad. Incluso tu propio cuerpo te acabará pidiendo que le des su dosis de deporte. Igualmente, si te cuesta arrancar, puedes recurrir a estas cuatro pautas:
- Establece metas realistas: No necesitas entrenar como un atleta. Comienza con 10-15 minutos al día y aumenta gradualmente.
- Hazlo divertido: Elige actividades que realmente disfrutes. Bailar en casa o jugar con tus hijos también cuenta como ejercicio.
- Encuentra un compañero: Tener a alguien con quien ejercitarte puede motivarte a ser constante.
- Sé amable contigo mismo: Habrá días en los que no tengas ganas y está bien. Lo importante es volver a intentarlo.
Conclusión: encontrar tu actividad también ayudará a tu mente
El ejercicio físico es una herramienta poderosa para cuidar de nuestra salud mental. No se trata solo de mejorar nuestro físico, sino de cultivar una mente más fuerte, resiliente y equilibrada. Si todavía no has incorporado el movimiento a tu vida diaria, este es el momento perfecto para empezar. Tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
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