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Trastornos de Ansiedad: La Agorafobia

agorafobia

Desde su mera definición, la agorafobia es entendida como el miedo o temor excesivo a estar en espacios abiertos. En muchas ocasiones, se cree que es la antítesis de la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados). Visto así, efectivamente, parecen dos trastornos opuestos y diferentes, pero la realidad es que guardan muchas características comunes y en la agorafobia concretamente, la problemática es más amplia que sólo el simple hecho de estar en un espacio abierto.

Dicho esto, vamos a indagar en este trastorno, ya que muchas veces su entendimiento es bastante limitado e incluso erróneo.

Antes de nada, habría que empezar diciendo que como una gran cantidad de trastornos psicológicos, la agorafobia guarda una fuerte comorbilidad con las denominadas crisis de angustia. Explicado de manera resumida, el trastorno de angustia, es caracterizado por episodios de elevada ansiedad que se acompañan de respuestas somáticas intensas (taquicardias, mareos, sudoración, sequedad de boca, hormigueos en extremidades, etc.).  Estas respuestas fisiológicas se suelen experimentar como señales de peligro inminente para la integridad física o mental de la persona.

En cuanto a una definición más psiquiátrica de la agorafobia, se explica como el miedo a encontrarse en algún lugar donde escapar o recibir ayuda sea difícil.

Mencionadas ambas, la relación existente entre las dos es que cuando una persona padece de agorafobia,  experimenta un temor exacerbado ante diversas situaciones en las que como bien he comentado antes, es difícil escapar o recibir ayuda, y por lo tanto, sufrirá de elevada ansiedad la cual, le puede llegar a tornar en crisis de angustia o pánico.

Características clínicas de la agorafobia

Las personas agorafóbicas, intentan evitar situaciones en las que según su historia de aprendizaje, pueden ser potencialmente peligrosas porque se desencadena ansiedad intensa o pánico y tienen miedo de perder el control. Otra descripción de peligro se referiría a un temor más difuso, sin objeto concreto más que el hecho de que algo pueda ocurrir y el sujeto no pueda escapar de dicha situación.

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Sobre los contextos más comunes de la agorafobia, se suelen dar los siguientes: estar alejado de casa, estar solo en casa, uso de algún transporte público, estar en lugares muy concurridos, teatros, museos, ascensores, cines, restaurantes, etc.

La agorafobia es un trastorno que a medida que pasa el tiempo se asocia a un incremento de la dificultad de la persona para llevar a cabo su actividad diaria con normalidad. El temor a que algo pueda suceder se acompaña de conductas de seguridad las cuales se caracterizan básicamente por la evitación de lugares donde, según la teoría cognitiva del paciente, no debería estar dado que si ocurre algo estará en peligro y no podrá ponerse a resguardo.

El paciente agorafóbico desarrolla una sensibilidad elevada al estrés, a las reacciones físicas y al entorno, de tal modo que situaciones/contextos en los que en una primera ocasión la persona ha respondido con malestar, ansiedad o temor ya van a quedar sensibilizados por condicionamiento, y en futuras exposiciones al mismo contexto, la persona reaccionará con ansiedad. Esta respuesta se va a reforzar y a generalizar a otros contextos semejantes tanto física como semánticamente. Además de las conductas de escape y evitación, estos pacientes desarrollan un repertorio amplio de conductas de seguridad.

Las conductas de seguridad son aquellas acciones que ayudan a la persona a enfrentarse a las situaciones que les producen ansiedad. Ejemplos comunes de ellas son: amuletos, presencia de personas o animales, estar cerca de lugares seguros, ansiolíticos, alcohol, etc.

Dichas conductas hacen que persista la agorafobia, ya que refuerzan el sistema de creencias erróneas y catastrofistas del sujeto en dos sentidos.

  • El primero es que si al realizar la conducta de seguridad no ocurre nada, ello es debido a que había un peligro que gracias a la conducta de seguridad se ha evitado.
  • El segundo es que si tras realizar la conducta de seguridad no ocurre nada, la conducta de seguridad tiene el poder de que esto no ocurra.
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Modelo explicativo de la agorafobia-angustia

Todo el mecanismo tanto cognitivo como fisiológico que produce el malestar emocional en la persona, podemos apreciarlo de forma más visual en el siguiente diagrama:

Tratamiento del trastorno mediante terapia cognitivo-conductual

Entendiendo las características, la comorbilidad con la angustia, y el proceso que llevan los sujetos aquejados de este trastorno, vamos a ver que estrategias para combatir la ansiedad que se utilizan en la terapia cognitivo-conductual:

  • Psicoeducación para la comprensión del trastorno. En esta fase inicial, se explicará al paciente de forma detallada qué es la ansiedad, los procesos que intervienen en la activación fisiológica, la naturaleza y función de los síntomas, las consecuencias de las crisis de angustia y pánico, así como los procedimientos terapéuticos que se utilizaran. Sobre todo es importante hacer hincapié en cuatro elementos básicos que son: respuesta fisiológica, respuesta cognitiva, respuesta emocional y respuesta conductual.
  • Técnicas de regulación fisiológica y reestructuración cognitiva. Aquí hay que dotar al sujeto de diversas técnicas de respiración y relajación. Las más comunes que se suelen usar serían: la respiración diafragmática, la relajación progresiva de Jacobson y la inervación vagal. A nivel cognitivo, habrá que sacar todo el conjunto de creencias y pensamientos que tiene el individuo acerca de las situaciones que le provocan ansiedad, e intentar trasladarlas a otras más reales y sanas mediante por ejemplo la discusión socrática.
  • Exposición interoceptiva. Este sería el último paso a dar después de todo el trabajo anterior. Es el método que conseguirá que superemos totalmente las situaciones temidas, ya que mediante la exposición al contexto ansiógeno, lograremos derribar todas aquellas creencias disfuncionales que tengamos y fortalecer las adaptativas.
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Javier Arza Magra

Psicólogo experto en Terapia Cognitivo-Conductual

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