Cuando adivinamos qué es lo que piensa otra persona o qué está sintiendo en cierto momento, lo hacemos gracias a las neuronas espejo.
Como ya sabemos, nuestro cerebro se divide en distintas áreas: control motor, visión, audición, etc. Mediante un experimento realizado con primates, descubrieron que la misma neurona que se activa en el mono cuando agarra algo se activa, también cuando el mono está quieto y ve a otro agarrar algo. Es por ello, que reciben este nombre de neuronas espejo.
¿Qué son las neuronas espejo?
Giacomo Rizzolatti y su equipo, fueron los descubridores de las neuronas espejo. Éstas, están relacionadas con los comportamientos empáticos, sociales e imitativos. Por lo que podríamos decir que su misión es reflejar lo que estamos haciendo y observando.
Dichas células nerviosas, se activan en dos situaciones:
- Al ejecutar una acción
- Al observar ejecutar una acción
En la segunda situación, la neurona reproduce la misma actividad neuronal correspondiente a estar realizando la acción, sin que haya ningún tipo de conducta externa.
Funciones
Existen ciertas funciones o conductas que podemos realizar gracias a este tipo de neuronas:
- Somos capaces de reconocer las emociones de los demás con tan solo mirarlos, es por ello que si alguien está triste podemos estar tristes nosotros.
- Influyen en la manera que interpretamos nuestras acciones, nos ayudan a interiorizarlas y repetir una acción que hemos visto, así como entenderlas y darles sentido.
- Son las encargadas de hacernos bostezar cuando otra persona lo está haciendo.
Además, las neuronas espejo se pueden activar oyendo, viendo, haciendo o pensando una acción.
Curiosidades
Las neuronas espejo están muy vinculadas con la empatía, y es que diversos estudios afirman que los niños que imitan u observan las expresiones faciales, presentan actividad en estas áreas, y como consecuencia tienen más empatía.
Las emociones se contagian. Si estamos en un sitio donde todas las personas están felices y riendo, la persona que se incorpore al grupo, acabará sintiéndose del mismo modo. Es decir, las emociones de una persona se transmiten a la otra.
También, nos dicen algo sobre el autismo. Marco Iacoboni trabaja sobre la hipótesis de que ciertas personas tienen dificultades para activar las neuronas espejo. Es por ello que les resulta más complicado interactuar, ya que no saben qué está sintiendo la otra persona o si se está comportando de un modo adecuado. Estudios de neuroimagen arrojan datos sobre las personas que padecen autismo, revelando que tienen una actividad reducida de estas neuronas.
Por lo tanto, aún nos quedan muchas cosas que descubrir acerca de estas neuronas y estamos tan sólo en el principio.
“Las mentes de los hombres son espejos unas de otras”. Hume
Diana Synelnyk
Psicóloga General Sanitaria