¿Qué son las habilidades de comunicación?
Las habilidades de comunicación las utilizamos para iniciar, mantener o terminar una conversación con otras personas, de forma satisfactoria en la que nos podamos expresar y nos entiendan nuestros interlocutores.
Las habilidades conversacionales corresponden a la capacidad que tenemos las personas para interactuar de forma individual o grupal. Esto resulta algo básico tanto en la vida personal como en la profesional. En lo personal para iniciar, mantener o afianzar relaciones afectivas o de amistad, ser capaces de terminar o expresarnos sin sentimientos de culpa. Y en el plano profesional, para lograr una comunicación asertiva con nuestros compañeros y/o jefes, así como expresarnos.
Dominar estas habilidades nos ayuda a estar en contacto con los demás y establecer lazos más profundos con las personas que consideramos más afines a nosotros, además de vivir las relaciones sociales sin ansiedad.
¿Por qué es importante saber comunicar?
Las habilidades de comunicación nos sirven para entendernos y vivir en sociedad. Son necesarias para saber transmitir y captar ideas de los que nos rodean. De modo que, no solo estamos hablando de emitir un mensaje, sino que necesitamos comprender lo que nuestro interlocutor nos está diciendo. ¿Cuáles son las habilidades más importantes?
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Escucha activa:
Para que el proceso de comunicación sea efectivo hay que saber escuchar. Este es el primer paso para poder conectar con la persona que tenemos delante. La atención consciente a lo que nos están expresando nos permite conocer diferentes puntos de vista y así poder enriquecer nuestra experiencia. Además, nos facilita encontrar diferente soluciones a situaciones cotidianas.
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Empatía:
La empatía es una de las habilidades más necesarias, ya que ayuda a reducir la tensión y permite guiarnos hacia la resolución de problemas. Ser empático no significa estar de acuerdo con el otro, significa entender su situación y hacérselo saber. Cuando se es empático, se escucha al otro y se parafrasea, un ejemplo sería: «entiendo que puedas sentirse molesto y frustrado en esta situación».
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Validación emocional:
La validación emocional es un complemento a la empatía. Además de comprender lo que está sintiendo nuestro interlocutor, es preciso respetarlo. Se tarata de aceptar y no juzgar aunque no estemos de acuerdo con lo expuesto. Esto es vital, para no entrar en una actitud de prejuicios y rechazo. Así podemos comprender y catalogar las emociones de tal forma que reaccionemos de una forma más resolutiva.
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Asertividad:
Ser asertivo es comunicar con claridad y de forma respetuosa, con uno mismo y con los demás. Igual que es necesaria para expresarse, también lo es para el planteamiento y solución de problemas. Conversar con seguridad y sin dejar que las emociones negativas nublen la parte racional, implica practicar la asertividad.
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Lenguaje no verbal:
Más de lo que decimos forma parte del lenguaje no verbal que del lenguaje verbal: el tono y volumen de la voz, los gestos y posturas corporales. De hecho, es bastante sencillo determinar la coherencia entre lo que se dice y el comportamiento que se emite. Saber interpretar el lenguaje no verbal de los demás, así como ser conscientes del nuestro propio es fundamental.
Iniciar una conversación
- Escoger un lugar y momento adecuados.
- Presentarse diciendo el nombre y preguntando el de la otra persona.
- Realizar algunas preguntas relacionadas con la situación, la otra persona o sobre uno mismo.
- Hacer preguntas cerradas o abiertas:
– Preguntas abiertas: este tipo de preguntas no se pueden contestar con un simple “si” o “no”. En ellas, se demanda más información bien sea sobre nuestros pensamientos o nuestros sentimientos. Te puedes apoyar en: qué, quién, cuándo, dónde, cómo o por qué.
–Preguntas cerradas: son preguntas que nos permiten conocer información con rapidez y se pueden contestar con “si” o “no”.
Mantener una conversación
- Escuchar atentamente lo que nos están contando.
- Si nos interesa lo que nos están contando, pero no tenemos preguntas, podemos animar a la otra persona a que siga hablando.
- Dar nuestra opinión al respecto.
Acabar una conversación
- Esperar el momento adecuado para no interrumpir.
- Hacer un comentario final.
- Ser directo y honesto.
- Despedirse y quedar para otra ocasión.
Conclusión
El dominio de las habilidades de comunicación aporta confianza y seguridad, nos permite expresarnos y generar nuevos vínculos. Si tenemos dificultades en esta área, podremos sufrir problemas a la hora de establecer relaciones sociales satisfactorias, así como finalizar relaciones que puedan ser tóxicas.
Si aún con estas pautas consideras que te es complicado ponerlo en práctica, pide cita con nuestro equipo de psicólogos expertos de PsyBilbo que están a tu disposición.
Diana Synelnyk
Psicóloga General Sanitaria