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Suicidio, ¿puedo prevenirlo?

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Durante muchos años el suicidio ha supuesto un tabú, pero algo está cambiando en nuestra sociedad que cada vez está más concienciada de que hay comenzar a abordar este grave problema que le quita al año la vida a 804.000 personas en el mundo (Organización Mundial de la Salud, 2013).

No existe una única explicación de por qué se suicidan las personas, pero lo cierto es que factores como la impulsividad y el fácil acceso a medios para quitarse la vida, hacen que los registros de suicidio se disparen.

Los factores psicológicos, sociales, biológicos, ambientales y culturales o la estigmatización de las enfermedades mentales pueden llevar a la persona al comportamiento suicida, siendo esta la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años.

Es en mayo de 2013 cuando la 66ª Asamblea Mundial de la Salud adopta el primer Plan de acción sobre la salud mental de la Organización Mundial de la Salud. El suicidio, formaba parte de este plan.

Conducta suicida

Partiendo de la base de que la conducta suicida es uno de los mayores problemas de la salud pública en los que se ven inmersos factores psicológicos, biológicos y sociales, podemos decir que se trata de un fenómeno realmente complejo donde son diversas las razones que pueden hacer que una persona decida terminar con su vida.

El suicido es aquella conducta o conjunto de conductas que, dirigidas por la propia persona, le conducen a la muerte -suicidio consumado- o a una situación de gravedad mortal -suicidio frustrado-, bien de forma activa (tomando pastillas) o pasiva (dejando de comer). Dos características principales de éste son su letalidad, ya que se pretende que el resultado sea la muerte y, la intencionalidad, siendo el propósito quitarse la vida.

Una persona llega al punto de la conducta suicida cuando cree que está en una situación extrema de sufrimiento. Puede que sea debido a un dolor físico o psicológico, y ven el suicidio como la única salida a ese sufrimiento insoportable. Es importante a la hora de entenderlo que pensemos en la vivencia que tiene esta persona sobre su sufrimiento y no tratemos de verlo desde nuestro prisma personal.

¿Se puede prevenir el suicidio?

Por supuesto que los suicidios se pueden prevenir, siempre y cuando existan las infraestructuras necesarias. Para ello, son esenciales las intervenciones destinadas a reducir el acceso a los medios para suicidarse, la adopción por parte de los medios de comunicación de normas responsables de información sobre suicidios, el apoyo psicosocial en las comunidades, entre otros.

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Así pues, como en cualquier tipo de afección, la detección temprana es un aspecto fundamental para realizar una adecuada intervención preventiva. Del mismo modo, el seguimiento de las personas que han intentado acabar con su vida.

Anteriormente, la prevención no ha sido gestionada de una forma adecuada debido a la falta de sensibilización y al tabú que suponía hablar abiertamente sobre el suicidio, pero por suerte, esto está cambiando. 

Factores de riesgo de suicidio

Las estadísticas arrojan datos sobre la población que puede ser más sensibles al suicidio, pero lo cierto es que todas las personas de todas las edades y grupos étnicos pueden correr este riesgo. Veamos los factores principales según el National Institute of Mental Health (NIMH):

  • Intento previo de suicidio
  • Depresión y otros trastornos mentales
  • Abuso de alcohol y otras sustancias
  • Antecedentes familiares de trastornos mentales o abuso de sustancias
  • Antecedentes familiares de suicidio
  • Presencia de armas de fuego en el hogar
  • Reclusión o encarcelación
  • Exposición al comportamiento suicida de otros
  • Enfermedades médicas
  • Edad de 15 a 24 años o mayor de 60 años

Señales de aviso de sucidio

Asimismo, el NIMH describe los comportamientos que pueden ser señales de aviso cuando alguien está pensando en suicidarse:

  • Hablar de querer morir o quitarse la vida
  • Hablar de sentirse vacío, desesperado o no tener una razón para vivir
  • Planear o buscar una forma de suicidarse, búsquedas en internet, acumular pastillas, etc.
  • Hablar de tener un sentimiento grande de culpa o vergüenza
  • Hablar de sentirse atrapado o de que no haya solución a su problema
  • Sentir un dolor físico o emocional insoportable
  • Consumir alcohol o drogas habitualmente
  • Mostrar sentimientos de rabia o búsqueda de venganza
  • Tomar riesgos que podrían conducir a la muerte
  • Mostrar cambios de humor extremos y repentinos
  • Regalar posesiones importantes
  • Despedirse de amigos y familiares
  • Poner los asuntos en orden o hacer un testamento

Mitos y realidades sobre el sucidio

  1. La gente que dice que va a suicidarse, no lo hace / De cada diez personas que se suicidan, ocho han dado algún tipo de aviso.
  2. La persona que realiza una tentativa suicida tiene una clara intención de morir / Muchas de ellas están muy indecisas entre vivir o morir.
  3. En el momento en que una personas intenta suicidarse, es una persona con riesgo suicida para siempre / Generalmente, las personas que desean terminar con su vida (y no lo hacen), son personas con conductas suicidas durante un periodo limitado de tiempo.
  4. El suicido ocurre más entre ricos que entre pobres / No existen diferencias significativas entre niveles sociales.
  5. Todas las personas con conductas suicidas son personas con una enfermedad mental / Las personas suicidas no tienen por qué ser, ni estar, enfermas mentales. El suicidio es una conducta.
  6. Hablar sobre el suicidio puede fomentarlo y hasta facilitarlo / Es fundamental, cuando sospechemos que pueda existir una ideación suicida poder hablarlo abiertamente. Para la persona es un alivio poder hablar sobre ello con alguien sin ser juzgado y porque es la única forma de realizar una valoración objetiva del grado de la ideación suicida.
  7. La conducta suicida se hereda / No hay ninguna evidencia científica sobre esto. Si es cierto que alguien que ha vivido una experiencia cercana de suicidio tiene más probabilidad de valorar la conducta suicida, como una posible opción.
  8. Una vez realizada la tentativa suicida, cuando la persona comienza a mejorar, ha pasado el peligro / Más bien es al contrario. Un intento de suicidio supone un esfuerzo brutal para la persona, lo cual le deja prácticamente sin energía. Tras este intento suele venir un ingreso en el que reciben medicamentos para la estabilización del ánimo. El descanso y la medicación les den la energía, pero no modifican las causas que llevaron a ello.
  9. El suicidio es impulsivo / Aunque en sí el acto puede ser impulsivo, la ideación no podría serlo. Desde que la persona se le pasa por primera vez la idea hasta que lo lleva a cabo, paso un tiempo en el que planea cómo hacerlo, cuándo… No ocurre de la noche a la mañana.
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Qué NO hacer cuando amenaza con suicidarse

  • No juzgar o interpretar sus sentimientos o conducta.
  • No hacer reproches, crear sentimientos de culpa o mostrar prejuicios.
  • No intimidar, exigir, sermonear, moralizar, criticar y evaluar a la persona.
  • No desafiar con frases como «no creo que seas capaz de hacerlo», «sé que solo quieres llamar la atención», «hablar por hablar».
  • No realizar ningún tipo de amenaza.
  • No dar nuestra opinión, ni aconsejar.
  • No dejar a la persona sola nunca, ni acercarnos tanto que pueda sentirse intimidada.
  • No rechazarla.
  • No mostrar desconfianza a la persona.
  • No dar falsas expectativas «todo saldrá bien», «seguro que todo mejora».
  • No utilizar frases como «ánimo, que todo pasa», o «si todos tenemos problemas».
  • No dar por válido su sufrimiento «no es para tanto», «menuda tontería…».
  • No mentir en ninguna circunstancia. Evitar el empleo de engaños, mentiras o promesas que no se van a cumplir.

Qué hacer ante una tentativa suicida

  1. Tomar en serio cualquier amenaza.
  2. Debe haber un único interviniente.
  3. Información sobre los motivos que han llegado a la persona a intentar suicidarse.
  4. Que el escenario resulta privado o aislado.
  5. El objetivo es que pospongan la conducta suicida.
  6. Establecer contacto visual y/o verbal.
  7. El acercamiento físico siempre ha de ser cauteloso y progresivo.
  8. Debemos presentarnos y decir qué hacemos ahí.
  9. Preguntar su nombre y dirigirnos a él/ella utilizándolo.
  10. Hablar lenta y pausadamente, transmitiendo tranquilidad.
  11. Explicar lo que va a pasar en todo momento.
  12. Realizar una escucha activa y mostrar actitud empática.
  13. A través de preguntas facilitar que exprese qué le ha llegado a ese punto.
  14. Ayudarle a explorar otras alternativas al suicido.
  15. Una vez que se haya desistido es importante reforzar su decisión.
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¿Cómo puedo ayudar a alguien que creo que puede suicidarse?

Lo habitual es que los familiares o los amigos sean los primeros en darse cuenta de que algo no anda bien. De modo que, si te encuentras en esa situación, lo primero que debes hacer es buscar ayuda psicológica lo antes posible.

Además, en España contamos con:

  • El teléfono de la Esperanza 717 00 37 17 operativo 24 horas al día, los 7 días a la semana. Siempre habrá alguien que pueda atenderte y escucharte.
  • Prevensuic la primera App para dispositivos móviles en español; una herramienta de ayuda para las personas que tienen ideación suicida y sus familiares, así como para profesionales sanitarios.

Conclusión

En conclusión, decir el suicidio es un escape extremo de una situación vital angustiosa que es producto de múltiples factores.

Para evitarlo son imprescindibles intervenciones psicológicas tempranas basadas en el control emocional, cuidando sobre todo a los niños y adolescentes, quienes son más vulnerables y están más expuestos a situaciones de incomodidad, conflicto o peligro. Sin olvidar de dotarlos de herramientas necesarias para el manejo de la ira, frustración o tristeza.

De igual forma, para una correcta prevención, es necesario que los distintos sectores de la salud trabajen de una forma multidisciplinar y colaborativa, con la participación de distintos sectores como el laboral, la educación, la policía, la justicia, el derecho, la religión, la política y los medios de comunicación.

Diana Synelnyk

Psicóloga General Sanitaria

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